jueves, 1 de octubre de 2009

Mushkin Goes to Belfast 5: Conversaciones con Pepe

Pepe, por si no lo saben, es mi planta. Es una Pachira Aquatica originaria de centro y sur America. La compre en una tienda Sueca que la trajo de Holanda. Cuenta la leyenda que un hombre que rogaba por limosnas encontró uno de estos árboles en la calle, decidió plantarlo en su casa y comenzó a vivir de los retoños que de ese árbol nacieron; de ahí el sobrenombre “árbol del dinero”. Conversamos todos los días, aunque Pepe raramente me contesta, solo cuando digo alguna barbaridad su silencio acusatorio es suficiente para regresarme poco a poco al buen camino.

Tiene cuatro ramitas, con cinco hojas en promedio cada una. Un tronco fuerte y pequeño, y es ávido observador de lo que sucede tras mi ventana, siempre que vuelvo a casa tiene el recuento de los acontecimientos del día. Da un fruto de color café claro, casi crema y se puede comer crudo o tostado para preparar una harina y así pan. Es mi nuevo compañero de cuarto, que le da algo de vida a una habitación otrora plástica y febril. Como toda planta que se respete también muestra flores algunas veces al año; largos y finos pétalos que se desenvuelven para mostrar una superficie naranja y aterciopelada.

Es famosa en todo el mundo, mucho mas en Taiwán y Japón, donde se le puede encontrar frecuentemente en comercios y bancos, con listones rojos y ornamentos para la buena suerte económica. A mi todavía no me trae suerte en dinero, solo dibuja de verde mi ventana cada vez que abro las cortinas y le digo buenos días. Hasta ahora tiene dos amigos aparte de mi, Johnny y Billy, las plantas de mi amiga Janine de Suiza. El nombre de su genero Pachira, viene de un dialecto que se habla en Guyana, y su nombre del latín que significa de agua.

Cuando hablamos de política, se molesta y hace berrinche; me asegura que nuestra sociedad todavía no esta lista para la democracia, pero observa silenciosamente el horizonte con un gesto de esperanza. Tampoco le gusta hablar de religión; según el las plantas no tienen ninguna y hay muchas mas y viven mas felices que los seres humanos. ¿Será que es una planta capitalista?, lo digo por el nombre claro. Es una especie que se adapta bien a casi cualquier condición, evitando las heladas por supuesto. Crece desde semillas o desde algún tallo cortado.

Le gustan los autos, y sin falta memoriza todos los que se estacionan en las entradas de los edificios alrededor del mío, rogándome que lo lleve a alguna agencia de deportivos importados, aunque sea solo para admirarlos(creo que no llega a los pedales). También es conocida como nuez de Malabar, nuez de Guyana, árbol de provisión, o nuez de Saba. Ahora solo me observa sospechosamente mientras escribo en mi portátil solo aventando miradas de reojo por encima del monitor. Creo que sabe que estoy hablando de el.

Y ese es Pepe, mi nuevo compañero de viaje, que aunque callado, me acerca un poco a la tierra, es la primera planta de la que me eh hecho cargo en toda mi vida. Fuera de aquel fallido experimento en primaria que consistía en sembrar frijoles en algodón. En un año les cuento como me fue.

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