martes, 31 de marzo de 2009

Reflexiones Isleñas(publicado el 25 de noviembre de 2008)

En la primera versión de este texto, pensé en hacer un relato sobre todo lo que sucedió, en orden cronológico, ensalzándolo con detalles interesantes o chistosos de lo que vivimos en esos días de paseo por la mas grande de las Antillas. Me quedo tan estúpidamente aburrido, que fue absoluta y minuciosamente eliminado. Este como casi todos los viajes de mi vida me ha enseñado algo, me dejo pensar, apreciar, revivir, y reflexionar sobre los pasos y creencias que sigo todos los días.

Empezando por el final, recuerdo el sentimiento de alivio una vez que pise de nuevo suelo mexicano, observar las tiendas, luces, acabados de la sala de espera. Cosas que normalmente paso por alto, las doy por sentado. Como todo un cachorrito del capitalismo celebre mi regreso con vida y bien a los remanentes accidentados de la teoría económica neoliberal. Extraño sentimiento si tomamos en cuenta que logre apreciar las bondades del sistema político cubano, o que reconozco la disparidad generada por la estructura social de nuestro país. ¿Entonces porque no podía quitar la sonrisa de mi rostro al caminar entre un sin fin de tiendas y anuncios publicitarios?. Pensé un poco en mi breve interacción con estudiantes cubanos. Recordé como estaban verdaderamente comprometidos con su país y socialismo, socialismo a nuestros ojos decadente., defendiéndolo y comparándolo de igual a igual con el mundo occidental. Lo cierto es que a pesar de los horrores que puedan parecer ante nuestros ojos, muchas veces parciales, el pueblo cubano vive en muchos aspectos feliz, están orgullosos de lo que han logrado. Personalmente no entiendo mucho de lo que creen, son contradicciones tan graves que me es imposible aceptar los limites que el ciudadano tiene en el sistema isleño. Cosas tan simples como no poder expresarse en contra de la revolución, así lo dice la constitución cubana: existe libertad de expresión siempre y cuando no vaya en contra de los valores revolucionarios. Este y muchos otros, son ejemplo de los vicios que el individuo occidental ve y reconoce en sistemas diferentes al suyo.

Al final del día, casi todos los cubanos tiene que comer y donde dormir, con sus problemas como todas las sociedades, graves en algunos aspectos, y con solución en otros. No soy quien para hacer un juicio sobre ambas maneras de vida . No podría ser tan categórico como para condenar algo simplemente porque es diferente, porque no concuerda con mis valores personales. Definitivamente no podría vivir en Cuba bajo esas premisas, sin embargo a mi nunca me falta que comer, tengo privilegios sociales impensados, pertenezco a una casta oligárquica sin mayor preocupación que decidir la película del cine o esperar ser exitoso mas allá de lo presente. El autoritarismo poco a poco hace eco en las sociedades de America Latina, incluso en México se escuchan voces que añoran tiempos pasados en los que el orden era regla y el ciudadano podía ser aplastado en beneficio de los intereses estatales. Cuba permanece vigente como un ejemplo de igualdad social, si no tomamos en cuenta obviamente a su casta dirigente .

Personalmente yo no creo que las cosas vayan a cambiar en la isla pronto. El modelo permanece fuerte y aunque disminuido por la corrupción generalizada generada por las carencias económicas se sostiene como la única opción valida dentro de la idiosincrasia cubana. Si el pueblo no quiere cambiar, difícilmente el gobierno lo hará. Como todos las naciones tienen problemas, vicios sociales, tantos o mas que en México, la dignidad parece falsa tan pronto empiezas a ver la voluntad de la gente por mejorar un poco su situación económica, quien dijo que la ociosidad era la madre de todos los vicios, nunca considero realmente a la necesidad.

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